lunes, 3 de septiembre de 2012

Capítulo 9

                         {Narrado por Darío}
Al ver a la madre de Paula entrar por la puerta se nos puso la piel de gallina a mi hermana y a todos. Estábamos temiendo lo peor según venía de Mary Carmen, la madre de Paula.
   Llevaba en la mano derecha un bolso medio abierto y la otra mano estaba ocupada por un móvil. Según por lo que se escuchaba estaba hablando con el padre de Paula.
   Al terminar hablar se acercó enfadada hacia nosotros. Elena, Sofía y Sara la saludaron mientras que David y yo decidimos salir a fuera a tomar el fresco. Mary Carmen venía acompañada por un hombre alto y robusto,  por lo que se veía de un gran nivel financiero. Deducí que era el novio de la madre de Paula.
   David y yo nos salimos a fuera y nos sentamos en la acera de la calle. Ambos estábamos preocupados por nuestra amiga y lo estábamos pasando muy mal.
- Puf tío, si llego a saber que iba a pasar esto no la hubiera dejado beber.
- Ni tu ni nadie tiene la culpa, David. Nadie se esperaba que iba a pasar esto...
- ¡ Pero es que joder ! Ya sabíamos su situación actual, con la separación de sus padres; con el nuevo novio que se echó su madre ; la preferencia que tiene la madre con los hijos del señor ese... buah es que deberíamos haberlo sabido.
-No eres un genio ni nada parecido como para saberlo. Ahora estamos pasando por esto y hay que soportarlo y sobre todo ayudarla cuando despierte, si es que despierta...
                        {Narrado por Sara}
El dolor,la desesperación, el temor que sentía en ese momento es inexplicable...
   Nunca me imaginé que le iba a pasar esto a Paula, precisamente a ella. Me lo esperaba más de Sofía ya que es mas rebelde pero ¿Paula? ¿Enserio? era una chica que no se metía en problemas, que sacaba buenas notas. Una chica que tenía una personalidad única, tenía un estado de ánimo para cada situación. Cuando tenía que ser seria y concentrarse en los estudios o algo, lo hacía. Y cuando tenía que olvidarse de todo y pasárselo bomba, también. Todos la admirábamos pero desde la separación de sus padres se arruinó completamente...
  No aguantaba las regañinas de la madre de Paula asi que decidí salirme fuera con los chicos mientras que Elena y Sofía la explicaban lo sucedido acompañadas de unas cuantas lágrimas.
   David y Darío estaban sentado en la acera de la calle. La noche estaba apagada, como si todos supieran lo sucedido o puede que fuera producto de mi imaginación, quien sabe... A estas alturas todo me parece un sueño o más bien una pesadilla que no tiene final.
  Me senté al lado de David y sentí como colocó su cálido brazo rodeando mis hombros. No pude aguantarme y le abracé con lágrimas en los ojos. En ese momento quería gritar pero no podía, tenía que guardarme todos esos horribles sentimientos.
- Relájate Sara, todo saldrá bien.
- ¿Y si no sale bien? ?Y si no sobrevive? ¿Que haremos joder?
  Darío no pudo resistir ver esa escena emocionante, se levantó y se fue para adentro con los demás. Nos quedamos David y yo a solas, con nadie más a la vista. Desde lejos se oían los ruidos de los coches, las discotecas con la música a tope, los gritos de los jóvenes pasándosela bien mientras nosotros estábamos en el hospital con el corazón en la mano. 
- David...
- Dime cielo.
- Me siento culpable por lo que la está pasando a Paula.
-No tienes la culpa, así que no te sientas culpable.
-Si que la tengo, la dije que no bebiera pero...
-Pero ella no te hizo caso, así que tu de culpable no tienes nada ¿vale? Tu tranquila que de esta, Paula se salvará.
- Ojalá..
                        {Narrado por Darío}
Me levanté por que la escena que estaban montado Sara y David me estaba emocionando y no quería llorar, lo que faltaba.
Nada mas al entrar al hospital vi a la madre de Paula poniendo verdes a las chicas.
-¡Sois unas niñatas tontas , por vuestra culpa vuestra amiga está al borde de la muerte ! No se de que coño vais ahora los jóvenes con las drogas y el alcohol. Es vuestra amiga y deberíais haberla dicho que no. ¡Pero claro, los chicos de hoy en día les resulta muy gracioso que se beba la mitad de un escaparate de alcohol ¿verdad? !
  No pude evitar ver las caras de las chicas, estaban llorando por miedo a que Paula se muriera y peor con la bronca que las echaba la madre de Paula. Eran mis amigas y no podía quedarme así de brazos cruzados, tenía que parar a la señora si o si.
-Disculpe señora.
- ¿Tu que quieres ahora? No ves que estoy hablando con las chicas. Uy si es verdad, que tu también estabas ahí cuando pasó todo, me falta a regañarte a ti también.
-Con el debido respeto señora, usted no es quien para venir aquí y regañarlas a ellas y mucho menos a mí. Ni que fuera mi madre para echarme la bronca. Agradecida debería de estar de que su hija tenga a unos buenos como nosotros, que estamos aquí y nos hemos olvidado de todo por Paula. Y no, nosotros no tenemos la culpa por que no la estábamos vigilando ya que no es una niña de 5 años. ¿Acaso usted se pregunta de por qué lo ha echo ? Yo me lo preguntó y he llegado a la conclución de que solo lo ha echo por la culpa de usted. Que prefiere a su nuevo novio rico que a su hija. Somos sus amigos y nos ha contado pequeña parte de lo que la está pasando y solo con unos cuantos detalles he llegado a ver que su vida desde que su padre y usted se separaron, se ha convertido en una putísima mierda. Al lugar de estar aquí regañándonos debería estar preguntando a los médicos si es grave y no acompañada de este señor, si no del padre de Paula ! ¿Usted de verdad es tan tonta como para no darse cuenta por lo que su hija está pasando? Debería dedicarla tiempo, aunque seamos jóvenes tenemos nuestra parte de niño aún dentro, necesitamos cariño y no vemos de color rosa, si no al contrario. Bien debería saber usted la etapa de los jóvenes ya que usted también ha pasado esa etapa, me imagino. Ahora que le he dicho todo esto y me he mas a gusto, debería calmarse y no echarles la culpa a los demás, si no reflexionar el mal que la ha echo a su propia hija.
                        {Narrado por Paula }
                                     ***
Un gran dolor que sentí provocó que gritara mientras me retrocedía. Todo me daba vueltas, no sabía donde estaba. Pinchazos y mas pinchazos notaba por mi cuerpo. Miraba a doctores y enfermeras con bata blanca pero no descifraba los rostros, los miraba borrosos.
   Una persona desconocida se acercó a mi y me acarició el cabello.
- Paula ¿te encuentras bien?
Esa voz... esa voz me sonaba.
- ¿Papá? ¿Eres tu?
-Si Paula, soy yo. ¿Que tal te encuentras?
   Las lágrimas se caían por mis mejillas. Es inexplicable contar lo que sentí al escuchar a mi padre y tenerle conmigo en ese instante. Y mas cuando parecía que estaba en un sueño profundo y que nunca me iba a despertar. No lo dudé ningún instante y le abracé.
-Papá, perdóname...
-No tengo nada que perdonarte, ya hablaremos de esto cuando estés mejor ¿vale?
-Vale.
   Tenía suerte si, tenía suerte de tener a un padre tan perfecto , a unos amigos que valen todo, a un hermanito de cucaracha que también lo era todo para mi y por último aunque no tan perfecta, a mi madre...
Solo por ese momento me alegré de seguir con vida, por que hay personas en este mundo que son muy importantes para mí y sé que en el fondo yo también soy importante para ellos.

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