sábado, 14 de julio de 2012

Capítulo 8

                                              {Narrado por Sofía}
No pude evitar gritar y llorar al verla. No me lo pensé dos veces y me arrodillé ante ella, la cogí de la cabeza y la puse sobre mis piernas. La acaricié la frente mientras que no paraba de gritar a Elena que pidiera ayuda, que Paula aún seguía viva.
  La hablaba pero no reaccionaba, no hacía mas que vomitar y decir que la dejara en paz, que me fuera a follar y que la dejara tirada. En ese momento no me importo nada y no la hice caso.

Intenté levantarla y no podía, estaba frágil y si la soltaba parecía que se iba a romper cada uno de sus huesos. Estaba aguada, no tenía ni fuerzas para hablar y mucho menos yo de los nervios que tenía.
  De la nada, salen David, Sara y mi hermano Darío. Al ver que estaba en el suelo con alguien en mis manos se acercaron hacia a mi.
  -Sofía ¿ Que pasa... - Darío ni terminó de acabar la frase cuando vio a Paula vomitar y sin casi reaccionar.
En un santiamén los tres me ayudaron a levantar a Paula. La llevamos a una mesa cerca y la tumbamos.
Paula se retrocedía e intentaba levantarse pero no podía, no tenía fuerzas.
  - Por favor...levantar...que me ahogo...levantarme - Al escuchar esas palabras se me rompió el corazón. Sara la levantó y la dio un beso y la dijo que no se preocupara que iba a salir bien.
  Todos estábamos llorando, no sabíamos que hacer. ¿Donde estaba Elena? ¿Había pedido ayuda? ¡Mierda de vida !
Levanté la vista hacia Paula y vi que tenía los ojos birulos. Solo susurró ''Ayudarme'' y se desmayó por completamente.
Gemí del dolor que me causaba verla, la puta ambulancia no venía.
  - ¡Darío ! ¡Llama a la puta mierda de la ambulancia ! ¡ Me cago en todos sus muertos, que vengan ya ! Que Paula se nos muere joder... -Y me caí de rodillas.
  - ¡Tranquilízate y no seas tonta ! Todo saldrá bien,no te preocupes. - Me dijo mientras me levantó del suelo y me abrazaba. Las lágrimas no paraban de caer en nuestros rostros.
En ese instante odiaba al mundo , odiaba al alcohol , odiaba TODO. ¿Por que eh? ¿Por que tenía que pasar esto ?

                                                  {Narrado por Elena}
Salí en busca de la ambulancia. Les había llamado pero tenía que estar en la entrada para indicarles el lugar. No sabéis lo que es ver que una de tus mejores amigas se esté muriendo y no puedas hacer casi nada. Rezaba para que la ambulancia llegara rápido y salvara a Paula. Mi mundo sin Paula, no sería ni tan siquiera un mundo...
  Al ver la luces y el ruido de ese cachorro, una nueva esperanza floreció en mi. Los enfermeros se acercaron a mí y les indiqué donde estaba Paula. Con furgoneta entraron en todo el parque , y detrás de ellos venía dos coches de guardia civiles. La mayoría de los jóvenes que estaban ahí, se marcharon a toda ostia pero otros en cambio no.
  No más vieron a Paula , la cogieron y la tumbaron en la camilla. Todos los desconocidos se acercaron a ver que pasaba, todos estábamos nerviosos y no queríamos que nadie estorbara.
Una chica rubia de ojos azules, un poco gordita la preguntó a Sofía entre risitas lo que había pasado.
  - ¿Acaso esto te hace gracia? -Sofía se dirigió hacia la chica rubia con los ojos llorosos pero llenos de rabia al mismo tiempo.
  -No,pero quien es el tonto o la tonta que bebe sin saber. Hay que ser idiota... -La respondió. La chica estaba borracha y fumada asi que no sabía lo que decía. En mi mente pensaba de todo lo que en ese momento Sofía podía hacerla.
  - Pues esa idiota es mi amiga y mejor ríete de tu cara mejor -Y en ese momento cerró uno de sus puños y la metió un puñetazo.
   Nada mas al ver el golpe que la había dado, me acerqué a agarrar a Sofía y sacarla de ahí. No era momento de peleas ni otras mierdas. La llevé para el hospital, para poder estar ahí cuando Paula llegue.
Intenté que Sofía corriese pero se quejaba de que la dolían los pies por los grandes tacones que andaba y la verdad a mi también me dolían. No me lo pensé dos veces y me les quité he hice que Sofía hiciese lo mismo.
   Las dos corrimos descalzas por las calles principales. No nos importaba si la gente nos quedara mirando o si se riensen de nosotras, en ese momento solo nos preocupaba Paula.
Sin duda, la ambulancia llegó antes que nosotras y en parte me alegraba. En la sala de espera estábamos Darío, Sara, David , Sofía y yo. Todos nos abrazabamos mientras llorábamos como bebes.
  Desde la sala de espera oíamos gritar a Paula. Cada vez más nuestros corazones se nos encogía de la tristeza que nos producía.
La puerta de la sala se abrió lentamente y todos volteamos la mirada para ver quien era. Nos habíamos olvidado por completamente avisar a la madre de Paula...

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