Todo me daba vueltas,sentía que me iba a caer al suelo en cualquier momento.Las lágrimas caían sobre mis mejillas rosaditas por el verano.Mi madre se acercó y me sentó en el sofá.
-Paula,cielo¿Te encuentras bien?-Mi madre me tocaba la frente,para saber si tenía fiebre o algo parecido.
La quería responder pero no podía,algo por dentro me impedía hablar.Empecé asustarme,pero debía ser fuerte.Tenía toda una vida por delante y no la debía desperdiciar.Mi padre fue hacia la cocina en busca de hielo y un trapo.Volvió al salón corriendo,estaba preocupado por mí y no era el único.Mi hermano empezó a llorar asustado,me miraba con sus preciosos ojitos azules pidiendo que le abrazara.Le quería sonreír y cogerle en brazos pero no podía.Cerré los ojos y me dejé llevar...
***
Todo estaba en silencio y oscuro.No oí nada excepto el latido de mi corazón.Intentaba abrir los ojos pero era imposible.Quería mover los labios y hablar,quería hacer tantas cosas con mi cuerpo y era inútil.No podía luchar contra aquella cosa que me retenía por dentro.
De pronto sentí que caí al vacío.Sentía mariposas en mi estómago debido al susto que me produjo.Gemí pero nada,no oía absolutamente nada.Una fuerte ola de calor recorría mi cuerpo entero y no me podía defender contra ello.
''Me cago en la puta.¡Quiero despertarme!'' Decía a mis adentros. ''¿Que habré hecho yo para que me pase esto?''.
Maldecía todo lo que me estaba pasando en ese momento.Seguramente que no me hubiera pasado nada si no hubiera sido por aquella maldita noticia...
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